En Palmira se encuentran algunos de los agroecosistemas más valiosos y emblemáticos de Colombia: las fincas cafeteras
Un estudio hecho en fincas cafeteras del Valle del Cauca identificó 96 especies diferentes de abejas autóctonas, valiosas para la biodiversidad y la productividad de estos agroecosistemas. Esta es una esperanza ante la disminución del 40% en los sistemas de producción tradicionales de café en esta región del país.
En Palmira se encuentran algunos de los agroecosistemas más valiosos y emblemáticos de Colombia: las fincas cafeteras. Sin embargo, en las últimas décadas los sistemas de producción de este grano han experimentado una preocupante reducción que requiere atención urgente, que podría obedecer a la expansión de monocultivos como la caña de azúcar, junto con la falta de apoyo y garantías para los caficultores.
El objetivo de la investigación desarrollada desde el Doctorado en Agroecología de la Universidad Nacional ha sido examinar cómo las características técnicas, productivas, sociales y ambientales de los agroecosistemas cafeteros en esta zona pueden influir en la conservación de la biodiversidad, enfocado particularmente en abejas nativas.
En el contexto del café, aunque las plantas se polinizan de manera autónoma “la presencia de estos insectos puede aumentar la producción hasta en 15%”, lo que destaca su importancia económica y ecológica, así lo informa la investigadora Monica Andrea Cifuentes, quien resalta que en Colombia existen más de 1.000 especies de abejas.
Abejas habitan en cafetales vallecaucanos
La diversidad de abejas fue evaluada a través de muestreos realizados entre las 8:00 a.m. y las 5:00 p.m., el resultado fue la recolección de 513 ejemplares de abejas nativas, representando 96 especies diferentes que fueron analizadas en colaboración con el Laboratorio de Abejas de la Unal, donde se identificaron y estudiaron sus rasgos funcionales.
Los prometedores hallazgos revelan una notable diversidad de abejas en los agroecosistemas cafeteros de Palmira, incluyen especies que van desde las tribus de las Meliponini, conocidas como las abejas sin aguijón; las Euglossini, una de las más abundantes en el estudio; hasta la familia de las Halictidae y las Colletidae.
Los agricultores han mostrado un gran interés en conocer las especies de abejas que habitan en sus cafetales. Según la investigadora Cifuentes, “muchos desconocían la relación simbiótica que existe entre las abejas y la producción de café, pero ahora expresan un deseo creciente de aprender más sobre la biodiversidad de su entorno y cómo pueden contribuir con su conservación”.
A través de los talleres de formación, el intercambio de haceres, la introducción de colmenas como incentivo al cambio de pensamiento medioambiental y como economía alternativa que promuevan el legado intergeneracional en el campo, la tesista espera que los caficultores continúen adoptando prácticas más sostenibles y reconociendo la biodiversidad de las abejas.
Fuente: agronegocios.co